No se le ha resistido ningún género. Hizo retratos, paisajes, reportajes de viajes, desnudos y naturaleza muerta. Puede que ese sea el principal motivo por el que Toni Catany esté considerado como uno de los grandes fotógrafos de nuestro tiempo. Según la revista Life, el mallorquín estuvo entre los 100 mejores fotógrafos del mundo.

Dominaba la técnica y le gustaba experimentar como a un científico o inventor, (iba para químico). No estudió en una gran escuela, aunque parezca sorprendente, era autodidacta. Aprendió a hacer fotos en un curso por correspondencia.

Tras vivir una época universitaria en Barcelona, en 1967 comenzó a realizar sus primeros trabajos como profesional freelance de la fotografía en La Vanguardia y en la revista Destino.

Salto internacional

Fue en 1979 cuando su nombre y su obra se empezó a conocer en todo el mundo gracias a un trabajo de naturalezas muertas en el que utilizó la técnica del calotipo. También hizo trabajos con otras técnicas antiguas como el heliograbado y con con otras más modernas como fue, por ejemplo, la polaroid transportada.

Su obra es autobiográfica
Como comentábamos al principio, la obra de Catany es muy variada, y por ende, difícil de catalogar. Según dijo en alguna ocasión, la fotografía “es un modo de expresarme que tomé desde pequeño. La obra fotográfica que hago es un poco autobiográfica. Me dejo llevar por el azar, los viajes, los acontecimientos para hacer mi obra. También es mi medio de vida, es la fotografía por encargo la que me da de comer, pero lo que en realidad me interesa es poder expresarme a través de la fotografía. Hay épocas en que no tengo nada que decir y no hago fotos, no pasa nada y cuando tengo un tema desarrollado, una necesidad de crear imágenes, entonces lo hago”.

Con esta filosofía de trabajo y de vida, Toni Catany elaboró una obra de unos 90.000 negativos, aproximadamente. En los últimos años, se dedicó a revisarlos y a hacer una selección que hoy puede verse en la sala Canal de Isabel II, en una exposición titulada “Toni Catany. Cuando ir era volver”.

Premio Nacional de Fotografía en 2001

Ostenta varios galardones que reconocen el éxito de su figura y de su carrera. En julio de 1991 el ministerio de Cultura de Francia le otorgó el título de Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres y en el 2001 el Ministerio de Educación y Cultura le concedió el premio Nacional de Fotografía.

Os invitamos, por supuesto, a ir a la exposición y también a ver el documental que resume muy bien la vida y la obra de este artista.