Sin necesidad de una gran historia pero sí de un gran talento estético, el francés Jeanloup Sieff se ha consagrado en la fotografía gracias a sus magníficos retratos en blanco y negro.

Artistas, políticos y espectaculares mujeres sedujeron, durante sus cinco décadas de carrera, al creador de un estilo tan fino y bello como austero.

Sus fotografías comenzaron a enamorar cuando a Sieff le regalaron una cámara Photax. Tenía solo 15 años. A pesar de su indecisión, parece que tuvo claro desde el principio a qué quería dedicar su vida. Estudió letras durante dos semanas, periodismo durante diez días, fotografía en la Escuela Vaugirard en Francia durante un mes y después en Vevey Suiza, durante siete meses.

A lo largo de sus primeros años despuntó en la agencia Magnum y publicó reportajes de moda en Elle. A partir de ahí y tras haber impulsado su carrera en otras cabeceras de referencia, Jeanloup Sieff recibió el premio Niépce en 1959 como reconocimiento a su excelencia fotográfica. También fue en ese momento cuando publicó su primer libro, Le Ballet. Una recopilación de imágenes realizadas a los bailarines del Ballet de la Ópera de París. Así fue como le surgió el interés por la fotografía de desnudos y por el cuerpo femenino.

Al igual que los retratos, la danza y la naturaleza son dos de sus temas más recurrentes y representativos.

Los años 60 los vivió en Nueva York, donde siguió trabajando para el sector de la moda. Colaboró para Esquire, Harper’s Bazaar y Vogue, entre otras. Fue entonces cuando se empezó a dar un valor artístico a su obra. Jeanloup Sieff expuso sus trabajos a nivel nacional e internacional. Uno de los lugares más emblemáticos que exhibieron sus retratos fue la Biblioteca Nacional de París.

Si tienes la oportunidad de hacer un recorrido por sus fotografías, te darás cuenta de que todas tienen un sello personal y muy reconocible gracias al uso del blanco y negro y del gran angular.

Por desgracia, el siglo XXI arrancó con la noticia de su fallecimiento. El artista murió en su París natal cuando solo tenía 67 años, el 20 de septiembre del 2000, a consecuencia de un cáncer.

Sieff ha recibido muchos e importantes galardones alabando su carrera. Uno de los más importantes fue el Gran Premio Nacional de Fotografía, que le fue otorgado en Francia en 1992.